Chain Ferst cuenta cómo pudo sobrevivir durante la II Guerra mundial, donde relata cuáles fueron sus sensaciones cuando pisó por primera vez un temido campo de concentración. Llegó a soportar días enteros bajo terribles condiciones, trabajos forzados e incluso desnutrición.
“Podíamos ver en la distancia las llamas que emanaban de cuatro chimeneas. No me di cuenta, entonces, de que eran crematorios”. Dijo a los medios.
Un día, cuando lo iban a fusilar y se preparó para morir, las fuerzas aliadas irrumpieron en el campamento e hicieron posible su liberación.
Chain nació en una familia judía ortodoza y fue criado en la ciudad Sosnowiec de Polonia, y cuando estalló la guerra, solo tenía 17 años de edad, en 1939.
Explicando sus vivencias, dijo que podían verse los aviones alemanes. Los nazis invadieron su ciudad rápidamente. Todos los judíos de su comunidad se mostraban muy preocupados por el inicio de la guerra.
Cuando tenía apenas 20 años, los nazis se fueron a buscarlo a su casa para llevarlo. A su suerte y en medio del caos, logró evitar que lo arrestaran un año antes, cuando su madre y hermana desaparecieron y su padre murió de neumonía.
Ahora bisabuelo, recuerda con muchos detalles los temores de las comunidades judías, a medida que llegaban más noticias sobre la expansión militar de Alemania.
Entre 1943 y 1945, vivió en 8 campos de concentración diferentes, en Alemania y Polonia, donde tuvo que soportar terribles condiciones que terminaron con la vida de muchos donde los obligaban a cambiar bloques de cemento de una ruta en temperaturas extremas de frío, apróximadamente 25 o 26 grados bajo cero.
En 1943 se enfermó gravemente de tifus, donde la enfermadad cobró una gran cantidad de vidas pero él logró sobrevivir.
Hoy, asus 93 años, vive actualmente en Cheetham Hill, Reino Unido, donde se mudó en 1946.