Una de las parejas más queridas estuvo a punto de no existir y así lo explicó la modelo, Behati Prinsloo, ahora esposa del vocalista de Maroon 5, desde hace cinco años y con quien tiene dos hijas: Dusty Rose y Gio Grace.
En plena era del Metoo, la banda lanzó su más reciente éxito, “Girls Like You”, donde aparecen un total de 26 mujeres, elegidas por su relevancia, donde solo una de ellas, (Behati) puede presumir de tener una relación más allá de lo estrictamente profesional con un integrante de la banda.
Y aunque ahora sean el prototipo de familia perfecta que vuelve locos a sus seguidores, la modelo sudafricana, acaba de mencionar en una entrevista, que estuvieron muy cerca de tirar la toalla a poco de empezar su historia de amor.
“Conocí a mi marido a través de un amigo en común”, explica la modelo de Victoria’s Secret durante una conversación que ha mantenido con la revista PorterEdit, de la que también es portada. “Adam estaba buscando a una chica para un videoclip que pudiera hacer escenas de acción, y entonces ese amigo le dijo que tenía que conocerme porque yo soy una chica fuerte, que se atreve con todo, así que me mandó un email preguntándome si me gustaría participar”, recuerda.
“De todas maneras, no pude salir en el vídeo, pero Adam y yo seguimos mandándonos emails entablando una conversación tan natural y tan poco forzada que supongo que por eso acabamos enamorándonos el uno del otro”.
A pesar de todo, por culpa de sus trabajos, la distancia y una agenda apretada, no pudieron conocerse tan pronto como les habría gustado. Lo cierto es que pasó un mes desde que se intercambiaron el primer correo hasta que por fin se vieron en persona.
Conscientes de que sus respectivas agendas iban a complicar cualquier romance, decidieron no seguir viéndose por mucho flechazo que sintieran. Menos mal que hay situaciones en las que el corazón, manda más que la cabeza.
“Rompimos y estuvimos dos meses sin vernos, pero pronto nos dimos cuenta de que había sido la peor decisión de nuestras vidas, así que volvimos a salir, después nos comprometimos y finalmente nos casamos. Ha sido un viaje salvaje, sí”, presume Prinsloo.
Hoy en día cuentan su historia con total naturalidad, siendo cómplices y sabiendo que siempre estuvieron destinados a estar juntos.
