El incidente dejaba “conmocionados” a la familia, que actuaban rápidamente tras darse cuenta del desvalijo.
El pasado lunes, David y Victoria Beckham vivían un susto que difícilmente podrán olvidar. La pareja, que reside en la exclusiva zona de Holland Park en Londres, eran asaltados en su mansión mientras ellos y su hija Harper, de 10 años, se encontraban en su interior. Un robo que, por suerte, no llegó a más. Tal es así que la pareja ni siquiera se percató de que habían violado su propiedad privada. Era su hijo Cruz, de 17 años, el que tras llegar pasada la medianoche de estar reunido con sus amigos se percataba de que una de las habitaciones de invitados había sido saqueada y los cristales abundaban en el suelo. El o los ladrones enmascarados (dado que se desconoce el número de personas que entraron) se habían infiltrado de manera sigilosa por la ventana, ubicada una planta más arriba de las habitaciones donde dormían los padres y la hija, y habían escapado por el mismo sitio sin que nadie se diese cuenta.
Según cuenta el diario ‘The Sun’ y ampliar otros muchos medios británicos, quien hubiese entrado se habría llevado varios miles de euros en artículos de diseño y dispositivos electrónicos. Conjunto de pertenencias que, por suerte, no tenían gran apego sentimental a la familia. Tras alertar el joven a sus padres del incidente, estos llamaron a las autoridades y David habría recorrido la mansión al completo para comprobar si alguien seguía allí dentro. Al mismo tiempo, Victoria se habría quedado cuidando a sus hijos, que al igual que ellos “se encuentran conmocionados”.
Según reportan autoridades del vecindario, muy cercano al palacio de Kensington donde residen el príncipe Guillermo y Kate Middleton, otros dos robos fueron notificados en las inmediaciones aquella misma noche. Así las cosas, parece que los Beckham habrían sido víctima de un grupo organizado y profesional que esa misma noche habría operado en residencias colindantes. Aunque esta no es la primera vez que el matrimonio ve vulnerada su privacidad por un par de cacos que se adentraban en su vivienda buscando objetos de valor.
🤩 Punto Farma acompañó el camino a Caacupé con todo lo que los peregrinos necesitaban
Cada diciembre, miles de paraguayos emprenden el tradicional camino hacia la Virgen de Caacupé, un trayecto lleno de fe, promesas y emoción. Y este año, Punto Farma volvió a estar presente para acompañar a los peregrinos con todo lo necesario para que su recorrido fuera más seguro, más liviano y más humano.
💛 Asistencia integral en cada parada
A lo largo de la ruta, la marca instaló puestos especialmente preparados para ofrecer hidratación constante, masajes para aliviar el cansancio, atención médica para prevenir cualquier complicación y, por supuesto, remedios esenciales para quienes necesitaban continuar el viaje sin molestias. Cada servicio fue pensado para cuidar a los caminantes en esos kilómetros que exigen tanto del cuerpo como del espíritu.
🌟 Un gesto que refuerza el compromiso con la comunidad
La iniciativa no solo brindó apoyo físico, sino que también ofreció un espacio de contención y descanso. Muchos caminantes destacaron la calidez del equipo de Punto Farma, siempre listo para escuchar, asistir y ayudar a quienes avanzaban hacia la Basílica.
Porque cuando la fe mueve, Punto Farma cuida.
Y así, una vez más, la marca demostró que está donde la gente más la necesita, acompañando a cada devoto, paso a paso, en su encuentro con la Virgen de Caacupé.
El casamiento de Miguel Almirón no solo unió dos vidas, sino también dos historias marcadas por la fe, la lucha y un amor que creció a prueba de todo.
En una ceremonia cargada de emoción, cada detalle habló por sí solo: las miradas cómplices, las promesas sinceras y ese ambiente donde se sentía que algo grande estaba empezando.
Este “sí, acepto” marca el inicio de un nuevo capítulo, uno donde todo se vuelve posible cuando el amor es verdadero.
Un día que quedará grabado para siempre, no solo en la memoria de los novios, sino también en la de quienes acompañaron y celebraron este momento tan especial.