La cerveza paraguaya descubrió un símbolo compartido en miles de casas del país y decidió rendirles homenaje en su aniversario.
Desde hace más de un siglo, Pilsen forma parte del ADN cultural del Paraguay. No solo como la cerveza preferida por generaciones, sino como una marca que acompaña los momentos más auténticos, celebra lo que nos hace únicos y refuerza el orgullo de ser quienes somos. A lo largo de los años, construyó un vínculo profundo con la gente, ocupando un lugar en sus mesas, en sus recuerdos y en su identidad.
Este año, Pilsen cumple 113 años acompañando a los paraguayos en los momentos más importantes con esa forma tan nuestra de brindar en la mesa. Pero esta vez, la marca decidió mirar más allá de las mesas y preguntarse dónde más estuvo Pilsen todos estos años.
La respuesta apareció en miles de hogares paraguayos cuando descubrieron que entre portones, murallas y ventanas, hay un rombo que se repite y que también cuenta la historia de los paraguayos. Una figura simple, pero profundamente arraigada en la estética y el sentir popular que se volvió una firma de identidad en los hogares paraguayos.
Ese hallazgo inspiró la campaña de aniversario de la marca. Bajo el concepto “113 años orgullosamente paraguaya”, Pilsen decidió intervenir distintas casas con placas que las reconocen como “orgullosamente paraguayas”, revalorizando los pequeños detalles que construyen el imaginario local y reforzando el vínculo emocional de orgullo que Pilsen tiene con el país.
Con esta acción, que incluye piezas gráficas, audiovisuales y una innovadora presencia en vía pública, Pilsen reafirma su compromiso con lo auténtico y lo nuestro, celebrando que más allá de las mesas, hay otros espacios donde también se construye el orgullo.
Pilsen, 113 años orgullosamente paraguaya.